En los últimos años, se ha observado un creciente fenómeno en el que celebridades de la música, la moda y el entretenimiento normalizan y glamourizan el consumo de drogas, tanto legales como ilegales. Este comportamiento se manifiesta en espacios públicos, actuaciones y redes sociales, donde referencias al uso de sustancias aparecen en letras de canciones, diseños de productos y discursos públicos. Esta tendencia replica mitos como el del "genio atormentado" y reduce los riesgos asociados al consumo.
Artistas como Bad Gyal, Justin Bieber y Chelsea Handler han hablado abiertamente sobre su uso de drogas, contribuyendo a la percepción de que el consumo recreativo es una forma de libertad o autenticidad. Esta visión ha alcanzado especialmente a un público joven y vulnerable, que puede interpretar estas actitudes como una aprobación social del consumo de sustancias.
Paralelamente, la regulación de este tipo de contenido en medios y redes sociales es limitada, lo que permite que estas representaciones del consumo de drogas se difundan sin restricciones significativas. Expertos advierten sobre los riesgos de romantizar el consumo, especialmente en adolescentes, y destacan cómo la visión cultural interfiere con el debate sobre el uso terapéutico de ciertas sustancias, como el cannabis.
Además, se ha observado un resurgimiento del tabaco como símbolo de estilo en la cultura pop, lo que añade complejidad al panorama de la normalización del consumo de sustancias. Psicólogos y profesionales en adicciones enfatizan que el consumo no impulsa el éxito, sino que muchas veces representa un obstáculo, y apelan a una mayor responsabilidad por parte de las celebridades y creadores de contenido.
Este fenómeno plantea interrogantes sobre la responsabilidad de las figuras públicas en la promoción de estilos de vida saludables y la influencia que ejercen sobre sus seguidores. Es fundamental que tanto celebridades como medios de comunicación y plataformas digitales reflexionen sobre el impacto de sus mensajes y consideren las implicaciones de normalizar el consumo de sustancias en la sociedad.